La moral de Haya

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La moral de Haya
Defensa del neoliberalismo y la corrupción
Un político pobre es un pobre político...
Perjurio en el 2000
Perjurio en el 2001
Propiedades en Miami
Tránsfuga Pastor y el fujimorismo
Pastor renuncia al PAP
Del Castillo y Montesinos
Caja de Pensiones y Del Castillo
Cuentas Caja de Pensiones - Del Castillo
Del Castillo estafa a policías y militares
Cargos contra Del Castillo
¿Qué planteamos al Partido?
Prensa y corrupción en el PAP
¿"Disciplina aprista" o genuflexa obediencia?
Un político más de la oligarquía
Go home, Del Castillo!

Hace setenta y cinco años, en 1930, Víctor Raúl escribió en Pensamientos de Crítica, Polémica y Acción las siguientes líneas que constituyen la base ética del trabajo político del aprista.
 
"...Un sistema de moral es siempre el respaldo de todo progreso. Ejemplos vivos de moral son indispensables para la educación. Los niños de la Alemania imperial aprendían que Bismark, el creador del último imperio germánico, tenía un déficit de mil marcos anuales en su presupuesto de gastos porque su salario no le alcanzaba. La nación le obsequió, por suscripción popular, una hacienda. Los niños de Alemania de hoy, aprenden que Ebert, el primer presidente de la república, vivió y murió pobre. Los niños de Chile aprenden que Santa María, el presidente de la victoria sobre el Perú, salió del poder sin una casa siquiera a dónde vivir, y el país tuvo que obsequiársela. Sarmiento, maestro de escuela, murió pobre como había vivido. Lloyd George vive de sus artículos y libros. Vasconcelos, que manejó un presupuesto de cuarenta millones de pesos anuales por cuatro años, vivió en Europa de sus artículos para "El Universal Gráfico" de México, y yo le he visto viajando en tercera clase en Francia y llevando en pleno invierno un abrigo cuyos forros estaban rasgados. Nadie que conozca Rusia dirá que sus líderes roban. Krassin, embajador ruso en Londres y hombre que fue rico, dejó una herencia de cinco libras a su mujer..."
 
Obras Completas, segunda edición, volumen 2, p. 477. 
 
Cuando en 1978 Víctor Raúl fue elegido por el pueblo y tuvo la oportunidad de servir a su país, cumplió a cabalidad con su prédica de décadas. Dando un ejemplo a los políticos de ayer, hoy y mañana, Víctor Raúl sólo aceptó percibir un sol por su trabajo parlamentario. Por ello, por ser hombre de palabra y acción consecuente, podemos agregar el siguiente párrafo a lo que él escribió en 1930:
Los niños del Perú aprenden que Haya de la Torre, el presidente de la Asamblea Constituyente que dio la carta magna más avanzada que tuvo el país, sólo cobró un sol por su trabajo y murió pobre en riquezas materiales...
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